Protestan por la detención de los dos mayores líderes
Teherán | La policía utilizó ayer gases lacrimógenos y bastones para dispersar a los manifestantes antigubernamentales que exigían la liberación de los líderes opositores, el mayor enfrentamiento en la capital iraní desde hace dos semanas, dijeron testigos oculares y páginas de internet de la oposición.
El resurgimiento de choques en el centro de Teherán -que no ocurrían tras más de un año de incesante represión- se inspiró en gran medida en las protestas generalizadas en el mundo árabe. Empero, refleja también una posible equivocación de las autoridades que intentaron silenciar a los líderes de la oposición, dando una nueva justificación a sus seguidores.
Los informantes de los sitios web contrarios al régimen iraní dijeron que los dos opositores más destacados, Mir Hossein Mousavi y Mahdi Karroubi, fueron trasladados de arresto domiciliario a detención carcelaria permanente junto con sus esposas.
Las autoridades iraníes negaron que haya sucedido esto, pero ninguno de los dirigentes ha sido visto en público ni ha publicado material en sus páginas de internet en más de una semana.
El control carcelario, según los grupos de la oposición, es en represalia por haber avergonzado al liderazgo de Irán al pedir en las manifestaciones del 14 de febrero respaldo al derrocamiento de los regímenes de Túnez y Egipto, rebeliones que habían sido ya ensalzadas por el régimen iraní.
El aparente objetivo era disuadir más protestas silenciando al ex presidente del parlamento Karroubi y a Mousavi, quien afirma ser el verdadero ganador de las elecciones presidenciales del 2009 y que el presidente Mahmud Ahmadinejad fue reelegido mediante una votación fraudulenta. Empero, la medida quizá tuvo el efecto contrario al dar nuevos bríos a la oposición y relevancia a ambos líderes opositores.
Los manifestantes se congregaron en varios puntos de la capital al grito de “Muera el dictador” -en referencia a Ahmadinejad-, además de pedir a las autoridades que liberen a Mousavi y Karroubi, según la página web kaleme.com. AP
